Son las causantes de las magníficas auroras boreales que nos dejan creyendo en los ángeles y en toda la magnificente y divina historia del Reino de Dios. Las tormentas solares son explosiones de partículas de altas energías e intensos rayos X debido de los cambios del campo magnético.
Una vez provocada alguno de estos fenómenos, su efecto tarda en llegar a la tierra en promedio dos días. Por ejemplo, entre los días 2 y 4 de marzo se produjeron tres erupciones o llamaradas solares, siendo la última la más importante, ya que alcanzó el máximo de la escala de clasificación, conocido como Clase X,1 (la más poderosa es la X,9), y se espera su arribo en el día de hoy.
Esta llamarada presume la NASA, podamos esquivarla, llegando a Mercurio y Venus, pero una menos potente sí podría llegar hasta la tierra.
Y aunque no hay mucho que temer, en el día de ayer ya tuvo algunas consecuencias en la telefonía y comunicaciones en el hemisferio norte, y exceso de radiación en los polo por lo que los vuelos fueros desviados. La parte buena fue la de las auroras boreales que pudieron avistarse incluso en Escocia.
Te gusta?